
El ambiente del planeta se está cristalizando, volviéndose más limpio y transparente. Para mantener el ritmo de esta transformación y estar en sintonía con la nueva energía, podemos trabajar de forma consciente con nuestra estructura, en el nivel del ADN. De esta manera se destruyen muchas vías neuronales y patrones familiares que no funcionan, y tienes que aprender a vivir de una forma nueva. Para aquellas personas que se aferran al pasado, atravesar este proceso puede ser aún más difícil, Pero este nos guía hacia la purificación y un nuevo nivel de interacción con las personas.
En medio de un mundo en constante cambio y evolución, la purificación de nuestra estructura se vuelve esencial para estar en armonía con la nueva energía que emerge en la Tierra. A medida que la conciencia colectiva se eleva y se expande, es crucial que trabajemos de manera consciente con nuestra propia estructura, incluido el nivel más profundo de nuestro ADN.
El ADN humano es mucho más que una simple cadena de información genética; es un receptor y transmisor de energía que puede ser influenciado por nuestros pensamientos, emociones y entorno. Al trabajar conscientemente con nuestra estructura a nivel de ADN, podemos purificar y elevar nuestra vibración para alinearnos con la nueva energía de la Tierra.
Una forma poderosa de purificar nuestra estructura es a través de la meditación y la visualización. Al dedicar tiempo cada día para conectarnos con nuestro ser interior y acceder a la sabiduría almacenada en nuestro ADN, podemos liberar viejos patrones y traumas que nos impiden avanzar. Visualizar nuestra estructura siendo bañada en luz purificadora nos ayuda a liberar cualquier energía estancada y abrirnos a la nueva energía que fluye a través de nosotros.
Además, trabajar con cristales y minerales puede ser una herramienta efectiva para purificar nuestra estructura a nivel de ADN. Los cristales tienen la capacidad de absorber, transmutar y amplificar energías, lo que los convierte en aliados poderosos en nuestro viaje de purificación. Al llevar cristales como cuarzo claro, amatista o selenita, podemos ayudar a equilibrar y armonizar nuestra estructura a nivel celular.
Otra práctica importante es la limpieza de nuestro cuerpo físico y energético a través de la dieta y el ejercicio. Consumir alimentos frescos y naturales, beber suficiente agua y evitar toxinas como el alcohol y el tabaco nos ayuda a mantener nuestra estructura física en óptimas condiciones. Además, practicar yoga, tai chi u otras formas de ejercicio que trabajen con la respiración y el flujo de energía nos ayuda a mantenernos flexibles y alineados con la nueva energía de la Tierra.
En resumen, la purificación de nuestra estructura a nivel de ADN es esencial para estar en sintonía con la nueva energía que está emergiendo en la Tierra. Al trabajar de manera consciente con nuestra estructura, podemos liberar viejos patrones y traumas, abrirnos a nuevas posibilidades y elevar nuestra vibración para contribuir positivamente al cambio global que está teniendo lugar. Es hora de abrazar nuestra verdadera naturaleza y alinearnos con el flujo de la vida que nos rodea.
Con amor y luz
María 🌷✨
Mamá, autora, mentora, mujer en expansión…